El hundimiento del edificio Rana Plaza en Bangladesh el 24 de abril de 2013 provocó diversas protestas y avivó la crispación de los trabajadores del sector textil de la región. La tragedia tuvo como resultado más de un millar de fallecidos y desde entonces han tenido lugar diferentes disturbios que se han extendido en distintos países, alcanzando el sudeste asiático.
Las protestas han ocasionado la paralización de la producción de moda textil en diferentes puntos de la región, y la falta de abastecimiento puede hacer cambiar los planes de los distintos grupos de moda. Las manifestaciones, alimentadas por la inestabilidad política y la frustración laboral, han ido aumentando y la violencia continua escalando.
Antes de la tragedia del edificio Rana Plaza, los trabajadores del sector textil de Indonesia, Camboya y Bangladesh habían protagonizado diferentes manifestaciones, pero la tragedia del 24 de abril supuso que los medios de comunicación internaciones captasen la situación de los trabajadores del sudeste asiático.
En Bangladesh, las protestas se han sucedido una tras otra, y el motivo principal detrás de estas es el reclamo de mejoras en los puestos de trabajo en las fábricas de confección. Ahora, Indonesia y Camboya se han sumado también a las protestas, donde los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad son cada vez más frecuentes.
Los trabajadores de Indonesia reclaman al gobierno un aumento del salario mínimo del 30%, además de poder acceder al sistema de seguridad social. En repetidas ocasiones, trabajadores y sindicatos han amenazado con la paralización de la producción con el fin de ser escuchados y llegar a un acuerdo con el gobierno. Durante el mes de febrero en Yakarta, capital de Indonesia, más de 30.000 trabajadores se unieron y manifestaron reclamando el seguro médico universal y un aumento de salario.
El gigante chino no permanece ajeno a los disturbios, ya que tras una larga huelga de más de 40.000 trabajadores de la compañía Yue Yuen Industrial -fabricante mundial de calzado deportivo presente en Hong Kong- provocó que Adidas y Nike temieran por la falta de aprovisionamiento de calzado. La huelga duró 10 días y el gobierno de Pekín intervino con el fin que la empresa accediese a los reclamos de los trabajadores, entre los que figuraban salarios atrasados y pagos pendientes a la seguridad social.
Además, la inestabilidad política de la región se ha trasladado a Vietnam y Tailandia. En Vietnam, diversos ataques tuvieron lugar sobre intereses chinos presentes en el país, lo que obligó al ejecutivo de Pekín a enviar 5 navíos para evacuar ciudadanos chinos de Vietnam. China tiene planes de construir en las islas Paracelso -reivindicadas por el ejecutivo vietnamita- una plataforma petrolífera, lo que provocó la frustración y el ataque a empresas de confección chinas presentes en el país.
En Tailandia, el ejército ha protagonizado un golpe de estado y ha establecido la ley marcial. Tras varios meses de protestas antigubernamentales, el ejército se ha sublevado y ha tomado el poder; episodio que aumenta más aún la inestabilidad de la zona.