La Torta de Aranda y el uso fraudulento de su nombre
La Federación de Panadería de Castilla y León, actual titular de la Marca de Garantía Torta de Aranda, presentará diversas denuncias debido al uso fraudulento del nombre Torta de Aranda que están llevando a cabo ciertas panaderías, restaurantes y comercios, tal y como recoge el Diario de la Ribera de Aranda del Duero -Burgos-.
La Torta de Aranda es un pan de aspecto aplanado que se elabora a partir de una harina de media fuerza, masa madre, agua, sal y levadura. La masa ha de dejarse cubierta de aceite durante 30 minutos antes de hornearla. Su elaboración tiene como territorios creadores las provincias de Burgos, Soria, Segovia y Valladolid.
Esta torta se registró en la Oficina Española de Patentes y Marcas para poder proteger lo que la Federación de Organizaciones de Panadería de Castilla y León definió como “una joya de la panadería castellanoleonesa”. Ya en 2008 se buscaba que sólo aquellos panaderos de la comarca pudieran fabricar la torta bajo la denominación de la Federación de Panadería de Castilla y León, quienes añadieron también que de esta forma “se evitaría lo sucedido con el queso fresco de Burgos”.
Desde la Federación comentaron que “la Torta de Aranda es una marca registrada y está protegida por la ley”. El uso de esta marca sin autorización es un delito, por lo que continuaron añadiendo que “será denunciado ante la justicia y ante la Junta de Castilla y León”.
La misma Federación pretende, a través de un marchamo de calidad, combatir la venta fraudulenta del pan que llevan a cabo diversas empresas que no reúnen las condiciones que se exigen en el reglamento. Este uso fraudulento provoca cierto rechazo e incluso malestar entre los profesionales del sector y así lo resume Antonio de Santiago, de Panadería Castellana, cuando comenta que “esto es un desmán de la leche. Todo el mundo usa la marca y aquí solo pagamos los cuatro que estamos dentro”.
Esta es una sensación compartida por los cuatro únicos productores adscritos a la Marca de Garantía Torta de Aranda, quienes observan como tiendas de productos tipo delicatessen, bares, restaurantes, entre otros, ofrecen la Torta sin que las autoridades actúen ante este evidente problema.
Santiago añade además que próximamente pretenden llevar a cabo una reunión con carácter urgente para informar a los infractores que pueden estar obrando de forma inconsciente, al aplicar un aceite de denominación tradicional -empleada durante años- en la elaboración del pan. La reunión también tiene como objetivo dar a conocer las consecuencias del uso fraudulento de la marca Torta de Aranda.
Por último, se prevé diseñar un distintivo que pueda caracterizar o identificar a aquellos establecimientos que suministren productos adscritos al sello de calidad, de forma que el cliente final siempre esté informado de aquellos locales autorizados para la venta de la Torta. Santiago comenta que no pretende atacar el resto de obradores, sino que “buscamos que se adhieran para integrarse bajo el paraguas del sello de calidad”.