China modifica la política de experimentación sobre animales
El gobierno chino eliminó durante este mes de Julio un requisito exigido a los fabricantes de cosméticos que consistía en probar o llevar a cabo un examen del cosmético en cuestión sobre un animal. El cambio en esta nueva política prevé salvar casi 300.000 animales que son utilizados al año en la industria cosmética de China.
China había establecido en 1990 que ciertos cosméticos específicos fueran probados en animales antes de que pudieran comenzar a circular en el mercado, con el fin de descartar cualquier tipo de irritación o daño en el cuerpo humano. Durante febrero de 2012, el Departamento de Alimentos y Medicamentos -del inglés, CFDA- aprobó que todos los productos del tipo cosméticos, añadiendo a la lista de 1990 los cosméticos ordinarios, fueran también probados en animales. Así, los animales fueron sujetos a experimentos que probaban la irritación de simples champús o jabones de mano, hasta tintes de cabello o cremas solares.
A partir de ese requisito, fabricantes internaciones como Lush o The Body Shop, se quedaron al margen del mercado cosmético en China, ya que estas compañías definieron en su momento unas políticas empresariales que preveían no experimentar con animales en ningún momento. Por el contrario, y para no quedarse fuera de un mercado que mueve muchos millones de dólares al año, empresas como Estée Lauder, Avon o Yves Rocher, modificaron y adaptaron su política de experimentación en animales con el fin de poder continuar vendiendo cosmética en China.
Con la nueva decisión del Departamento, diversos activistas por los derechos animales han celebrado la decisión de finalizar las pruebas en animales para el desarrollo de cosméticos. Se prevé que con esta nueva normativa casi 100.000 animales al año eviten ser objeto de experimentos. Desde la Sociedad Humana Internacional -que depende de la Sociedad Humana de los Estados Unidos y tiene por objetivo el bienestar de los animales- destacaron que «durante las pruebas de cosméticos, los animales pueden tener sustancias químicas goteando en sus ojos y en su piel». Añadieron además que las pruebas son poco fiables dado que no permiten predecir las diversas reacciones químicas que pueden darse en los humanos, y “lo único que provocan es un sufrimiento a los animales”.
Finalmente, según la Sociedad entre 100.000 y 300.000 conejos, ratones y otros animales son utilizados en China para probar cosméticos. Los activistas pro derechos de los animales celebran sin duda alguna el esfuerzo del Departamento de Alimentos y Medicamentos, y consideran la decisión sumamente significativa.