Medidas para mantener la higiene en la gestión del dinero en efectivo de tu tienda
Hace un tiempo fui a una panadería a comprar pan. Mientras me atendían, me quedé observando a una persona que estaba delante mío pagando. Me fijé en cómo entregaba a la dependienta el dinero en efectivo de su compra de pan y bollería. En este caso, la tendera no llevaba guantes y recogió en sus manos el importe que le entregaba el cliente. Seguí con atención cómo continuaba la escena. A continuación, pasó el siguiente que pidió sólo una barra de pan. Esperaba en ese momento que, antes de recoger la barra de pan que tenía justo detrás suyo, la dependienta saliera a lavarse las manos, pero no fue así. Del mismo modo que había tocado las monedas del anterior cliente, cogió con sus manos la barra de pan que le habían pedido. Este hecho que puede parecer algo insignificante, tiene hoy una importancia y una gravedad que todos sabemos valorar. Lamentablemente, estos hábitos han estado muy extendidos en muchos comercios de alimentación. Especialmente tiendas pequeñas y medianas con productos de importes bajos. Normalmente, reciben efectivo y es algo ‘normal’ coger el dinero del mismo modo que manipulan los alimentos ya sean barras de pan, como en el caso que explicaba, pero también fruta, carne, embutido o pescado.
A veces necesitamos una crisis de proporciones mundiales para darnos cuenta de la importancia de tener unos hábitos de higiene adecuados en nuestro quehacer diario. Muchas personas se habrán dado cuenta, a raíz de la pandemia del coronavirus, de lo necesario que es lavarnos las manos y la cara de forma frecuente, evitar comportamientos de riesgo como tocar alimentos tras manipular objetos que pueden contener bacterias o virus como puede ser el dinero o el móvil, por citar algunos. Romper esa cadena de higiene puede dar al traste cualquier otra medida que hayamos podido tomar. Si llevamos esa mala práctica a un establecimiento que puede atender a cientos de personas cada día, nos damos cuenta del gran problema que podemos generar.
Sin embargo, la tecnología lleva años proponiendo soluciones para que no se produzcan estos inconvenientes en comercios que tienen que gestionar dinero en efectivo y alimentos. Una tecnología probada y testada que permite que el dependiente no tenga que tocar el dinero en efectivo con las manos. Hablamos de los cajones inteligentes. Con estos cajones para cobrar a los clientes que deseen pagar en efectivo, no sólo evitarás la pérdida de monedas y billetes, también identificarás cuáles son falsos. Entre sus ventajas también está el efecto disuasorio ante los robos porque proporcionan una mayor dificultad al acceso de dinero ya que se encuentra protegido con varios niveles de seguridad. Además le harás más fácil la vida a tus empleados de caja ya que no tendrán que clasificar este dinero y contarlo al final del día para hacer el arqueo de caja.
Pero como decíamos, ahora más que nunca, tendremos que tomar medidas más estrictas en cuanto a la higiene y para ello los cajones inteligentes como Cashkeeper nos ofrecen en sectores como la restauración o la alimentación la posibilidad de evitar que los empleados manipulen monedas y billetes mientras sirven o manipulan la comida. Cashkeeper evitará que tus trabajadores gestionen el efectivo con sus manos en pro de un servicio más higiénico y saludable para ellos y para tus clientes. A veces, estas cuestiones marcan la diferencia y determinan la elección por parte de los consumidores de elegir un comercio u otro.
Si estás pensando en instalarte uno, te recomendamos confiar en Cashkeeper, el cajón inteligente que tiene la capacidad de integrarse con la gran mayoría de programas de gestión y software TPV del mercado. Esto te permitirá tener un control muy preciso del flujo de caja, así como generar informes tanto desde tu tienda como online. Estos informes te permitirán administrar tu negocio con información en tiempo real, gracias a la posibilidad de conectarte remotamente a tu cajón inteligente desde tu teléfono móbil o tablet.